Por mencionar tan solo a tres de ellos/ellas, Rojas, Peña y Gómez son una muestra representativa de un ejercito de seres humanos que, aparte de los miembros de fuerza publica, arriesgan a diario -sin que la mayoría lo percibamos- sus propias vidas protegiéndonos no solo en donde vivimos, sino también en centros comerciales, y barrios quienes cuentan con el servicio de nuestro personal de vigilancia.
Los amigos a los que puntualmente hago alusión han sido referenciados por varias personas serias que por razones de peso, les conocen de tiempo atrás y saben de su lealtad, SU HUMOR y DON DE GENTES, así como su sentido de pertenencia para con las diferentes empresas de vigilancia para las que trabajan, recorriendo la selva de cemento desde los estratos mas básicos -si es que existe o cabe el termino- y en los que vivimos la mayoría, hasta los estratos mas altos en al capital musical de Colombia.
Nuestros amigos Peña, Gómez y Rojas, de alguna u otra forma , han sufrido en carne propia el horror de la guerra que ha vivido nuestro patria desde tiempos inmemorables y la cual toma con el tiempo diferentes formas, negándose a desaparecer. Y esa experticia les ha ayudado a entender a este selecto grupo de vigilantes que la inteligencia con la deben ejercer su labor tiene que ver con las buenas relaciones humanas, la EMPATIA, el tacto, incluso hasta con la urbanidad de Carreño con la cual se puede llegar a desarmar al peor de los bandidos. Por supuesto, habrá ocasiones en las que por defender sus propia vida, un guarda de seguridad deberá zamparle un pepazo a un facineroso. Curiosamente, estos casos son mínimos en la musicalia.
Seguramente esas dos o tres empresas de seguridad privada que actualmente cuentan con los servicios de Rojas, Peña Y Gómez, han de sentirse orgullosas de contar entre sus filas a personas que en todo sentido, se convierten en verdaderos ejemplos a seguir, dado que sus principios éticos y morales les impiden hacerle la guerra a sus propios colegas -lamentablemente y como en todos los gremios, se ve bastante- o formas DISIDENCIAS dentro de su propia empresa para montársela al residente mas pendejo, o al que se deje.
El General Francisco de Paul Santander en un momento de nuestra historia llego a decir: "colombianos, las armas os darán la independencia, las leyes os darán la libertad". Muy seguramente y corriendo el riesgo de ser un poco idealista, cada día, necesitaremos muchos Rojas, Peñas y Gómez quienes con su denodada labor nos repiten un lema que llevan navegando a su ADN: "celadores de Ibagué: si seguimos dándonos palo entre nosotros mismos solo nos vendrá la ruina, pero el uso de una INTELIGENCIA CON PERSPICACIA ... nos dará seguridad".
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